Lo son los deportistas de élite. ¿Ricos, guapos y famosos? También, pero fijaos en el título de este blog y os acercaréis a lo que quiero hoy contaros. Sí, estoy hablando de la “marca personal”, en la referencia personal que ellos mismos representan y en su capacidad para vender productos o servicios sólo porque son ellos –su cara, sus piernas, sus éxitos, en definitiva, su imagen- quienes los avalan.
Lo vemos con los futbolistas de los grandes equipos. Ponemos la tele y comprobamos que da igual que anuncien una crema de cacao, una crema de la cara o una contra las hemorroides porque valen para todo. Y lo valen porque ellos son, en sí mismos, una marca.
En los pasados Juegos Olímpicos de Río también lo hemos visto de una forma muy clara. Durante estos días, muchos de nosotros hemos descubierto a una pequeña campeona estadounidense de 1,45 metros de altura, llamada Simone Biles y ganadora de cinco medallas –cuatro de ellas de oro-. Pues parece que esta pequeña gran mujer, ya conocida desde hace algunos años en Estados Unidos por su carrera como gimnasta, entre giros y volteretas mortales, vende su potencia en cápsulas de detergente y es imagen de la marca deportiva Nike.
Pero es que además, es una gran influencer en las redes sociales, donde sólo en Twitter tiene más de 750.000 seguidores –conseguidos 400.000 de ellos después de los JJOO-. Y eso que pertenece a un deporte que es bastante minoritario y poco conocido para el gran público. Pero si antes era la reina del lavado, a su vuelta a su país después de los Juegos, el encanto y la sonrisa de Simon Biles brilla desde los anuncios publicitarios más dispares. Porque su marca personal se ha multiplicado por muchas cifras y, como imaginarán, sus dólares consecuentemente también.
Las nuevas tecnologías, las redes sociales, internet… son herramientas fundamentales para convertirse uno mismo en una marca personal y poder erigirte en un vendedor en potencia. ¿Qué son, si no, los influencer? El último grito de las marcas personales nacidos del poder de las redes sociales son auténticos líderes de opinión, los lobbies modernos sin necesidad de reuniones masónicas. Ellos solos con un ordenador y el poder de su persuasión y sabiduría. Los de moda son invitados a pasarelas, a eventos, se les presta ropa, se les solicita para que avalen perfumes, complementos… cualquier cosa que se pongan encima o que reciba su beneplácito será tendencia entre sus seguidores, se hablará de ello y lo que es más importante: se venderá. Y esto las empresas ya han empezado a entenderlo –y a pagar por ello-.
¿Y qué pasa con los líderes de los negocios online? ¿O en el caso de los Multinivel? Pues que al igual que los community, los directores de marketing o los comerciales que han conseguido hacerse un nombre más allá de la marca que les paga, si han hecho bien su trabajo, serán capaces de vender lo que se propongan y de llevar sus redes allá donde ellos vayan.
¿Y qué es hacer bien su trabajo en el caso de los negocios online?
1.- Actuar con honestidad (esto siempre, independientemente del tipo de negocio del que se trate: online, offline, multinivel, tradicional…)
2.- Conocer perfectamente el mercado: tendencias, negocios, planes de compensación…
3.- Estar en continua formación
4.- Atender al equipo exigiendo el compromiso que tú tienes con ellos
5.- Ofrecer herramientas singulares para el equipo
A partir de ahí, y si eres constante, empezarás a tener un reconocimiento en el sector, a ser tomado como una referencia y a poder influir en otros que buscan opinión. Comenzarás a ser un influencer y será porque te habrás convertido tú en una marca personal.