5 años network marketingParece que fue ayer cuando estaba en un hotel rodeado de muchísima gente que había sido citada, como yo, de la mano de un amigo o un conocido, a una presentación de un negocio sin darme ningún dato sobre qué me iban a contar y guiado por la confianza que sentía en quien me invitaba.

Parece que fue ayer y ya han pasado cinco años… desde que aquella presentación me abriera los ojos no hacia un negocio concreto sino a una nueva forma de trabajar y ganar dinero. Aquel sistema que estaban contando, al que llamaban indistintamente Network Marketing, mercadeo en red o multinivel, me daba la posibilidad de tener mi propio negocio con una mínima inversión, formarme, ganar tanto como yo quisiera y organizar mi tiempo.

En aquel momento yo era dueño de una pequeña empresa en la que me dejaba el alma. Todavía no había empatado en beneficios cuando entramos en barrena por la crisis. Me había convertido en empresario después de haber recibido una patada en el culo en la compañía a la que le había dado 18 años de mi vida y donde había sido un esclavo de un horario y de mis jefes. Así que la situación no me dejaba muchas opciones y tenía poco margen para equivocarme.

Aquel concepto que escuché en aquella sala, me sonó a música celestial. Lo tuve claro y en cuanto llegué a casa, se lo conté a mi mujer. Ella, que es una mujer muy pragmática y muy formada, me miró y me respondió: “si tú lo ves claro…”. Es decir, que no me dijo ni sí ni no… que ni utilizó ni su pragmatismo ni su formación, pero confió en mí. En eso he tenido suerte: ella siempre ha estado apoyándome. Y ahí sigue, a pesar de las dificultades y lo durísimos que han sido estos últimos años, al pie del cañón.

Y como yo sí lo veía claro, decidí empezar por el principio, por lo que no había hecho antes en mi vida profesional
donde el objetivo era trabajar y sólo trabajar. Empecé a formarme, a escuchar a gente que llevaba años en el campo del Network Marketing, a estudiar, a ver vídeos, a asistir a muchos eventos y también a intentar aplicar lo que yo ya traía en mi mochila a esta nueva forma de ver la vida. Porque en eso se convirtió esto para mí: en una forma de vivir. A partir de ese momento comencé a ver oportunidades donde antes había dificultades, aprendizaje en vez de fracaso, adapté el trabajo a mi situación familiar y pude organizarme para afrontar todo lo que suponía tener una familia tan ‘especial’ como es la mía.

Las nuevas tecnologías han sido mi mejor aliado. Siempre me he encontrado cómodo entre ordenadores y tenía Hablando en públicoexperiencia en programación. Así que pude aprovechar todo lo que hay en internet para formarme y hacer contactos en todo el mundo. Pero además, el Network Marketing me ha dado la posibilidad de crecer como persona y de vencer mis miedos. Yo era alguien a quien le aterraba hablar en público. Jamás habría pensado que podría ponerme delante de decenas de personas sin que me temblara la voz y, sin embargo, ahora, poder compartir todo lo que sé, es una de las cosas que más me llenan.

Sigo muy de cerca cómo evoluciona el mercado. Cuando abres tu mente al multinivel te das cuenta de que existen otras fórmulas de ganar dinero como son la venta directa o los negocios por internet. Se trata estar atento, de seguir formándote, de acompañar la evolución de los tiempos actuales, de aprovechar las oportunidades que dan las nuevas tecnologías y también, y sobre todo, de no tener prejuicios y estar dispuesto a aprender y a escuchar.

Siempre he sido una persona comprometida. Me cuesta mucho emprender algo pero cuando lo hago, sé que voy a llegar hasta el final. Por eso todavía hoy me cuesta entender a aquellos que dicen “luego te llamo” y no lo hacen o te buscan para decirte “estoy muy interesado en lo que cuentas” y luego no te cogen el teléfono. Sigo sin estar inmunizado para estas cosas pero cada vez me afectan menos.

Creo que fui valiente al tomarme en serio el Network Marketing y en evolucionar gracias a él, cuando nuestra sociedad no está educada para aceptar otras formas de ganarse la vida que no sean montar una tienda física y vender cosas o servicios o trabajar para otro. Pude con todos los ‘cuñados’ del mundo, con esos que saben más que nadie y que desconfían de lo que dices porque no es lo que ellos hacen. Sé que mi trabajo no es el de convencer a nadie aunque sí el de compartir mis conocimientos. No pierdo el tiempo con quien no es receptivo porque sé que lo gano cuando otros me buscan para escucharme. En definitiva, he aprendido a dirigir mis esfuerzos y a optimizarlos, a diferenciar entre lo importante y lo que no lo es, a distinguir entre amigos y compañeros y también entre compañeros que pueden ser amigos.

5 añosEn estos últimos cinco años, he tenido momentos muy buenos y otros que han sido un auténtico desastre, tanto en los negocios como en mi vida personal. Dicen que a veces se gana y otras se aprende. Yo he aprendido muchísimo. No todos los negocios que hay por ahí son de fiar pero poco a poco se te va agudizando la nariz y ya hueles de qué va cada uno. Las personas que están al frente, el tipo de estrategia, la forma de vendértelo, incluso el diseño de una web, dan pistas de si puede ser o no fiable, de si hay intención de dar un pelotazo o si se busca una continuidad en el mercado. Yo tengo claro que quiero que ésta sea mi forma de vida. Así que cuando me la juego y doy la cara, intento asegurarme de que el proyecto es viable. No me mueve ser el primero o directo de la empresa. Mis pasos tienen que ser firmes porque llevo mucha gente detrás: los que confían en mí en los negocios y también a mi familia. Porque si de algo puedo estar tranquilo es de que siempre he dado todo por las personas que creen en mí.

Después de cinco años, el tiempo me va dando la razón: si quieres, se puede. Si yo puedo, tú también…

 

 

Publicidad